Al cumplirse 7 años sin el cantante Walter Romero, me reuní con sus fans en la ciudad de Río Cuarto, provincia de Córdoba. Fue en medio de una gira que realicé con la intención de conocer cómo fue su vida fuera del cuarteto, el barrio en el que se crió, sus amistades y los integrantes de su familia.
Allí la conocí a Patricia García, trabajadora social y fanática del «Kala», quien me contó sobre las veces en que el artista cantó, de manera gratuita, en eventos solidarios para las infancias, como el Día del Niño. Pero además, colaboraba con bolsones de golosinas.
Patricia reveló, además, que en una época se desempeñó como integrante del Concejo Deliberante de la Ciudad de Río Cuarto. Y que llevó adelante un proyecto para declarar al cuartetero como Ciudadano Ilustre, una acción que finalmente no prosperó.
Por otra parte, conocí a Silvana y Nancy, integrantes de club de fans «Todo x Walter», el cual surgió cuando el artista se lanzó como solista.
Silvana estuvo junto a él hasta el último show. Fue la única de sus integrantes que nunca dejó de ir a los bailes.
Mientras que el caso de Nancy es muy particular. Oriunda de la provincia de Buenos Aires, se instaló en Río Cuarto cuando se transformó en pareja de El Pony, hermano de Walter. Es decir, pasó de ser fanática a ser su cuñada.
Juntas me contaron sus aventuras en las recorridas, por los diferentes escenarios del país. Y se emocionaron al recordarlo.
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