El vocalista Hernán Rodríguez regresó a la movida tropical con su propia agrupación, titulada «La Cumbia Sigue». El artista, identificado con la cumbia norteña, estuvo 15 años sin cantar y se dedicó a su empresa inmobiliaria. Hasta que la pandemia lo vinculó de nuevo con su pasión artística. Y entendió que la música lo va a acompañar hasta el final de sus días.
«Cuando cerré las persianas del local, llegué a casa, agarré la viola y me puse a componer. Un día sonó mi celular. Cuando atendí, era el músico Aníbal Cepeda. Y me preguntó si no tenía ganas de cantar. Yo me salía de la vaina», confesó.
«Y una noche estaba en casa con mi hijo Nacho, que hoy es nuestro corista. Y mi esposa se puso a llorar. Estábamos todos muy sensibles y yo estaba cantando «Barro tal vez», una canción de Luis Alberto Spinetta. Y me dijo: «Vos no podés dejar de cantar nunca. Te tenés que morir cantando«. Y me emocionó».
«Dios hizo que me llame Aníbal y que mi familia me diga que tengo que morirme cantando. Es la realidad. Es el título perfecto para mi pasión«, lo definió.
En entrevista con Cumbia de la Pura, Hernán se refirió a los detalles que tuvo en cuenta al momento de armar su nueva propuesta artística. Y señaló al tecladista Aníbal Cepeda como responsable de la calidad musical.
El vocalista habló sobre el momento en que se vinculó con el tecladista en plena pandemia. Y cómo se asociaron en un proyecto en común.
En ese sentido, Rodríguez consideró que el impulso de su familia fue clave para volver a la música, luego de 15 años de inactividad, en el que se dedicó a su empresa inmobiliaria.
Y ponderó la posibilidad de expresarse artísticamente por encima de su trabajo formal.
El artista recordó que las transmisiones en vivo que realizaba en las redes sociales, en plena pandemia, donde cantaba para sus seguidores, provocaron acuerdos comerciales con empresarios de la movida tropical.
Y reveló que siempre tuvo el deseo de regresar a los escenarios. Pero no de manera informal, con una pequeña consola, actuando en bares. Sino de manera integrada, con una banda completa y una propuesta elaborada.
En otro aspecto, evocó el momento en que fue seleccionado como vocalista del Grupo Sombras, en reemplazo de Daniel Agostini, a fines de la década del ´90. Y que tuvo que despegarse de su figura para poder triunfar. En la actualidad, considera que ahora intenta despegarse de las demás bandas tratando de ser «perfectos a la hora de sonar en vivo».
El cantante confesó que tiene mucha fe en su banda, a la que consideró una familia. «Acá estamos para ser felices», enfatizó.
Y reconoció que al momento de lanzarse como solista, luego de su paso por Sombras, se equivocó al elegir un sonido diferente al norteño. Por eso, en consecuencia, explicó que ahora se volcó al género debido a su gusto musical.
En su regreso a la cumbia, lanzó su propio material, titulado «Bien norteño». Y dedicó su tiempo a contarnos sobre algunas de las canciones que integran el disco.
Entre ellas «Somos dos», una creación de su puño y letra, que cuenta una historia de amor sin referirse a ninguna identidad de género.
También habló sobre «La primera piedra», una melodía que grabó en un featuring junto al cantante Rodrigo Tapari.
Incluso, «Hasta que me olvides», de Luis Miguel, grabado junto al Pela Romero, un amigo de Hernán que escribe guiones teatrales y se considera «un cantante frustrado», según lo definió.
Por último, habló sobre su decisión de lanzar un disco compacto, mas allá del lanzamiento de sus canciones en formato digital. Y dijo que la mayoría de su público valora la propuesta de un material físico, a modo de colección.
La entrevista fue realizada en la tarde del jueves 28 de julio de 2022.