Carlos Carabajal es hermano de Nicolás Carabajal, el trompetista que falleció la noche en que Rubén «El Pepo» Castiñeiras volcó con su camioneta. Y exige Justicia por la muerte del músico: considera que el cantante de cumbia villera es culpable de la desgracia.
«No tiene idea de cómo la estamos pasando. Ver a mi sobrino crecer sin su padre. El día a día se nos hizo muy difícil. El año pasado falleció mi papá, muy triste. Nos destrozó la vida. Tanto a nosotros como a la familia de Nacho», expresó, en referencia a los familiares de Ignacio Abosaleh, quien también perdió la vida en el hecho.
En entrevista con Cumbia de la Pura, Carlos describió a Nicolás, su hermano adoptivo. «Era nuestro bebé, nuestro nene mimado». Contó que le gustaba mucho la música y era fanático de La Renga.
Además repasó sus inicios con la trompeta, donde tocaba para la murga del barrio antes de lanzarse a la movida tropical.
Carlos afirmó que Nicolás y El Pepo no eran amigos, sino que mantenían exclusivamente una relación laboral. «Nunca lo vi en un cumpleaños de mi hermano». En ese sentido recordó una anécdota: en una oportunidad, su hermano se había lastimado el pie. Y el vocalista, en vez de llevarlo a atender a un hospital, lo mandó de nuevo a su casa.
«Si era su amigo, hubiese tenido un poco de humanidad hacia la familia. Porque no hizo ni un llamado telefónico», expresó.
El entrevistado relató con lujo de detalles cómo fue el momento en que, tanto él como su familia, se enteraron de la muerte de Nicolás.
Y reveló que su hermano viajó en el mismo vehículo que El Pepo de manera casual, porque habitualmente se trasladaba en un transporte junto al resto de los músicos. No obstante, en esa oportunidad, subió a la camioneta del cantante por vivir en el mismo barrio que Romina Candia, la mujer que esa noche viajó en el asiento de atrás.
De manera inesperada, Carlos expuso que Romina era la novia del vocalista, pese a que públicamente se mostraba con su esposa Josefina Cuneo.
En otro aspecto, el entrevistado se refirió a la frase que El Pepo lanzó en el lugar del hecho: «Manejaba el pibito que está muerto ahí», había dicho, en relación a Ignacio Abosaleh. En una entrevista con Cumbia de la Pura, el cantante explicó que fue «desafortunada» y que se encontraba en «estado de shock».
«No estaba en estado de shock. Estaba consciente de los celulares, de la presencia de Romina Candia y de su mochila», lo contradijo Carlos.
Y reveló un hecho misterioso sobre el teléfono celular de su hermano. Desde el entorno de Pepo le habían dicho que el dispositivo móvil estaba en manos de la Policía de Seguridad Vial del partido de Dolores. No obstante, no se encontraba en manos de las fuerzas de seguridad: lo tenía el cantante en la habitación del hospital en que se encontraba alojado. Lo llamativo es que al recuperar el equipo, Carlos comprobó que todas las fotos y videos habían sido borradas.
De la misma manera, el celular de Ignacio Abosaleh nunca apareció.
En esa jornada, Carlos observó actitudes del Pepo que no lo dejaron conforme.
«Nos enteramos que se negaba a hacerse análisis de sangre y orina. Que no colaboró nunca. Siempre cubriéndose y tratando de quedar bien parado», observó.
Y opinó sobre el nivel de sustancias que el cantante habría consumido en la previa al hecho.
«Las pericias son oficiales. Tenía mucho alcohol y droga en sangre«, sentenció.
Para finalizar, se refirió a la posibilidad del juicio abreviado que el Ministerio Público de Dolores le ofreció al acusado y por el cual todavía no recibió respuesta.
«Lo que queremos es Justicia. No estamos conformes. Queremos ir a un juicio oral», declaró Carlos.
Y se refirió a la posible pena: El Pepo podría sere condenado a 4 años y 9 meses de prisión de cumplimiento efectivo, diez años de inhabilitación para conducir y que admita su condición de reincidente.
«No es una pena justa. Son dos muertes y él es reincidente», manifestó.
La entrevista fue realizada en vivo en la noche del sábado 13 de noviembre de 2021.