«NO CREO QUE GILDA HAYA SIDO UNA SANTA»

El tecladista y productor musical, Juan Carlos «Toti» Giménez, reafirmó que no cree en Gilda como santa popular y consideró que en la Argentina la gente es muy idólatra. «Somos un pueblo que tiene muchas carencias y necesita mucho amor. Cuando alguien trasciende, le damos todo el poder a esa persona, tanto el emocional como el espiritual», analizó.

El músico se refirió a varios aspectos de su carrera. Como sus inicios en la movida tropical, en la década del ´70, cuando tocaba en el grupo Estruendo, con el que recorrió los bailables de Buenos Aires en el circuito conocido como «La Rueda».

Su relación amorosa con una ex integrante de la Juventud Peronista, que lo introdujo en el mundo de la música. En aquellos años, además de tocar, Toti Giménez cantaba.

El recuerdo de las noches porteñas sobre la calle Corrientes, donde lo conoció a Ricky Maravilla. El vocalista lo incorporó a su agrupación en 1989 y generó su paso del under porteño a la cumbia masiva.

El día que conoció a Myriam Bianchi (Gilda) en 1990, cuando se presentó a una prueba que vio en un aviso clasificado.

La efímera experiencia en el armado del grupo La Barra, junto al músico Coco Barcala, que significó la primera oportunidad para Myriam como vocalista.

El paso por el conjunto Crema Americana, que sirvió como entrenamiento antes de lanzar a Gilda.

La grabación del primer disco de la vocalista, lanzado en 1992. Y el momento en que escuchó por primera vez una de sus canciones en la radio.

Su relación conflictiva con el polémico empresario peruano José «Cholo» Olaya, que provocó disputas y pocos ingresos económicos. Toti reveló que vivieron episodios de violencia y que recibieron amenazas.

Su relación con los músicos y plomos que integraron la banda de Gilda. Toti destacó su amistad con el bongosero Edwin Manrique, quien «puso el pecho» en sus conflictos con El Cholo.

La grabación del primer disco post mortem, «Entre el cielo y la tierra», el cual Toti grabó en muletas, a poco de haber abandonado la silla de ruedas.

El lanzamiento del grupo Los Gorilas, conjunto que formó al año siguiente del trágico accidente. Y la explicación de porqué no incluyó a los ex músicos de Gilda en el proyecto.

Los siguientes dos discos post mortem de Gilda. Por un lado, un viejo ensayo de Crema Americana, que la discográfica Magenta lanzó al mercado con una historia falsa. Por el otro lado, el material lanzado por Leader Music, donde destacó el tema «La cumbia bohemia».

La única vez que visitó el Santuario de Los Milagros. Y la historia particular sobre una estación de servicio que iba a llevar el nombre de la cantante, del lado de enfrente de la ruta.

El lanzamiento del disco «Por siempre Gilda», producido por Lito Vitale e interpretado por diferentes vocalistas de otros géneros musicales.

El hecho de que la hinchada de Boca cante las canciones de la vocalista. Y la diferencia futbolística con Fabricio Cagnín, hijo de Gilda, quien había asegurado que su mamá era hincha de Vélez; Toti expresó que durante los años que la conoció «festejaba los goles de Boca».

En el final de la nota, Toti presentó a Yamila Garreta, la vocalista con la que inició su nuevo proyecto musical: «Yamila y La Giménez Band». En la charla, la cantante reveló cómo se conocieron y hablaron sobre la actualidad del conjunto.