CANTÓ CUMBIA EN LOS ’90 Y HACE COUCHING EN PARAGUAY

Martín Benítez Portillo fue un cantante de cumbia en la década del ’90: bajo el nombre de «Alan» se desempeñó como vocalista de Vuenairhe. Por esos años, usaba el pelo largo y realizaba coreografías, al ritmo de la música tropical. En la actualidad, se encuentra alejado de los escenarios y reside en la ciudad de Asunción, Paraguay, donde enseña couching ontológico.

El entrevistado conversó con Cumbia de la Pura en un aula del campus de la Universidad Jesuita del Paraguay, en Asunción, donde suele impartir sus enseñanzas. La charla se dio como parte de una gira que realicé en tierra guaraní.

En primer lugar, Alan recordó su inicio en el mundo artístico, cuando realizaba castings en su adolescencia. En ese momento trabajaba en una agencia y se dedicaba al modelaje.

Pero además contó cómo se produjo su acercamiento a la cumbia, a partir de la inserción de su hermano, Fernando, en el Grupo Aluvión. Benítez confesó que se sintió atraído al verlo firmar autógrafos en un canal de televisión.

Alan memoró que terminó sus estudios secundarios en diciembre de 1996. Y que en febrero de 1997 ya estaba dando sus primeros shows en la movida tropical, por lo que debió abandonar sus intenciones de comenzar la facultad.

Con respecto al proyecto artístico, destacó que Vuenairhe surgió como una producción del empresario Roberto Fontana. Y que el grupo Volcán era su modelo de referencia.

Pero que, además, nació como un desprendimiento del Grupo Aluvión, en medio de una disputa entre las empresas discográficas Magenta y Leader Music.

Alan detalló el momento en que fue al casting y lo nombraron cantante de Vuenairhe, pese a su intención de tocar solamente un instrumento.

Y contó cómo fue que se sintió obligado a buscar un nombre artístico para integrar la agrupación. En ese momento surgió el nombre Alan, con el que lo siguen reconociendo en la actualidad.

Alan señaló las dificultades que tuvo para aprender las coreografías, en las cuales se formaron con un profesional. Y confirmó que el vestuario estuvo a cargo de la diseñadora Betty Diarte.

Al entrevistado le propusimos un recuerdo de Roberto Edgar: los partidos de fútbol que jugaban entre los integrantes de Vuenairhe y Volcán en una casaquinta en la zona de Pilar, donde Alan jugaba a muerte.

Y recordamos cuál era el fans club integrado por niños: Los Bajitos de Vuenairhe, formado por infancias de su barrio, que iban en micro a ver cada una de sus presentaciones en la tele.

Alan habló sobre los cambios artísticos que se produjeron entre el lanzamiento del primer disco, titulado «Mi primera desilusión» (1997), y el segundo, bajo el nombre de «Mil libras» (1998). Entre ellos, la incorporación de músicos profesionales y cambios en el registro de su voz.

También se expresó sobre la llegada del vocalista Carlos Allou, para el segundo masterial. Y de cómo se repartieron las canciones del repertorio.

Alan consideró que la muerte del productor Roberto Fontana fue el principal motivo para la finalización del conjunto. Y que la banda había cumplido su ciclo ante la aparición de la cumbia villera.

En otro aspecto, recapituló el momento en que volvió a una vida alejado de las cámaras de televisión. Y cuando tuvo que cortarse el pelo para salir a buscar un trabajo formal.

Alan explicó cómo se produjo su llegada al Paraguay, a partir de una invitación de Allou, quien ya residía en tierra guaraní. Su compañero aún continúa ligado a la música y canta en eventos privados.

El entrevistado confesó que no se encontraba cómodo con su rutina en Buenos Aires. Por lo que aceptó el desafío, vendió sus cosas y se fue a vivir a la ciudad de Asunción, donde reside actualmente y formó una familia.

En su nueva vida en tierra guaraní, Benítez se formó en el couching. Y hoy se desempeña como docente e integra una red en la que asesora a muchísimas personas.

En otro aspecto, se refirió al reencuentro que tuvo con los ex integrantes de Vuenairhe, en octubre de 2017, al cumplirse 20 años de la agrupación, con una actuación en el programa Pasión de Sábado. Increíblemente, ese reencuentro coincidió con el nacimiento de su hija Alondra.

Para finalizar, ante la consulta de un posible regreso a la música en el Paraguay, el entrevistado fue enfático: «Vuenairhe forma parte de un recuerdo».

La entrevista fue realizada en la tarde del domingo 5 de mayo de 2024.

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