Mario Castellón fue el fundador de Los Wawancó, la primera banda en instalar la cumbia en Argentina a nivel nacional. El artista llegó a nuestro país desde Costa Rica, en la década del ´50, y junto a músicos de Colombia, Chile y Perú armó la banda más importante en la historia de nuestra música tropical.
Castellón falleció el último 26 de mayo, a los 85 años de edad. Entre la cantidad de conversaciones y encuentros que tuve con él, figura esta charla histórica: una entrevista que le hice en 2014, donde repasó varios aspectos de su agrupación, y que forma parte del inmenso archivo que tiene Cumbia de la Pura.
En primer lugar, el músico rompió con un mito que hace años circula por internet de manera errónea y explicó que ninguno de los músicos era estudiante de Medicina de la Universidad de La Plata, sino que estudiaban en Buenos Aires. Sin embargo, fue en la ciudad de las diagonales donde se formaron como conjunto, luego de un show en un casamiento.
Castellón contó cuales eran los puntos de encuentro de los migrantes latinoamericanos en Buenos Aires, desde los shows en el Teatro Cervantes hasta la sastrería de un colombiano que confeccionaba sus trajes.
También se refirió al nombre de su conjunto, nacido a partir de un término Ñáñigo, como se denominaba en Cuba a los integrantes de la sociedad secreta masculina Abakuá, vinculada a la identidad afro. Y confesó que en su origen el término se escribía Guagancó, pero que le cambiaron las letras para hacerlo más artístico.
El músico recordó los shows que desarrollaban en el restaurante Tom y Jerry, donde Los Wawancó actuaban con frecuencia en la zona de Vicente López.
Y habló sobre los cambios musicales que se produjeron en la década del ’50, donde sonaba la música cubana, las orquestas típicas y luego empezó a sonar la cumbia.
Castellón confirmó que en sus inicios, su música era consumida por un sector de poder adquisitivo alto, en las boites y café concert de la elite porteña.
Y repasó la llegada del primer integrante de Los Wawancó nacido en la Argentina, el pianista Miguel Loubet, que le dio a la banda un estilo de orquesta y la alejó del sonido folclórico.
Además, habló de los lugares en los que actuaron en nuestro país: desde las boites más exclusivas de la Capital, hasta los shows masivos que realizaban arriba de un camión, en el medio del campo.
Y recordó un hecho insólito: cuando fue galardonado por el Premio Gardel en 2013, por un disco lanzado en 2002.
Al momento de conversar con Cumbia de la Pura, Castellón se preparaba para celebrar los 60 años de su agrupación, es decir, seis décadas de Cumbia Argentina.
La entrevista fue realizada en la tarde del jueves 11 de diciembre de 2014.
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